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Cómo comunicar mejor con tu comunidad

En una época de digitalización creciente, es muy fácil para todos sumergirnos en nuestro propio mundo, sin despegar la cara de la pantalla y con los auriculares puestos mientras trabajamos por nuestros objetivos individuales.

Si bien es cierto que la evolución digital es muy importante en una economía creciente globalmente, los aspectos humanos de nuestras vidas personales y profesionales, como la empatía, la imaginación o cómo nos comunicamos con los demás, siguen siendo vitales para alcanzar la eficiencia.

El éxito de los empleos modernos –particularmente en un tiempo en que los líderes de las organizaciones han de ser ágiles y resilientes– reside en la capacidad de aprovechar nuestra humanidad como ventaja competitiva. Esto es lo que hace que los equipos sean más productivos, los líderes más efectivos y el personal de ventas más exitoso.

La finalidad última es construir un entorno de trabajo enriquecedor y apasionante, en el que el componente humano sea el centro, en el que todo el mundo sea capaz de hacer su aportación más efectiva.

Porque el punto de partida de lo que nos hace más humanos es nuestra capacidad para comunicarnos con los demás, es vital intentar mejorar constantemente nuestras habilidades de comunicación. Así que aquí te ofrecemos seis consejos para ayudar a comunicar efectivamente con tus colegas:

Escuchar

Mientras que nuestros lugares de trabajo devienen más interactivos y globales, cada vez es más importante que procesemos mejor las ideas de los demás. La comunicación solo puede ser efectiva si es recibida y entendida por el receptor. En lugar de descartar las sugerencias de los colegas, necesitamos escuchar y considerar cuidadosamente las ideas y empezar a incorporarlas.

Decídete a escuchar con más atención en el trabajo y verás como aumenta la productividad y como se agilizan los procesos para conseguir los objetivos y unas mejores relaciones con los colegas.

Un alto conocimiento puede ayudar a redibujar la manera como nos sentimos en el trabajo y nuestro desempeño

Aprende a decir “Sí, y además…”

El acercamiento y la mentalidad de “Sí, y además…” son tan poderosos que pueden cambiar drásticamente la manera como interactúas con los demás y la manera como responden.

La práctica del “Sí, y además…”  es conocida comúnmente como una regla de oro de la comedia de improvisación: no importa lo que tus compañeros de escena presenten, tu trabajo es decir “Sí, y además…”. Este acercamiento es un terreno muy provechoso para la innovación porque crea una dinámica donde no hay respuestas correctas o incorrectas. Es importante destacar que la conjunción “y” trata de asegurarnos que si no podemos decir “Sí” directamente, estamos diciendo “Dime más”. Esto da permiso para ser creativo, en lugar de esperar que las ideas se descarten.

Guarda tus “No” y tus “Pero” para cuando los necesites de verdad

Piensa en cuántas veces a lo largo de una semana, ya sea en el trabajo o en casa, tú automáticamente cierras una conversación con un “No” o respondiendo con un “Pero”. Si piensas en ello honestamente, apuesto a que esas ocasiones son muchas.

Puede parecer que el impacto del “No” sea que estamos dando nuestra opinión con contundencia, pero de hecho, estamos haciendo lo contrario: cerrando las puertas a la creatividad y al trabajo en equipo. En contraste, cada vez que decimos “Sí”, vemos una pequeña explosión de posibilidades. Revisa tu respuesta negativa automática y observa si puedes crear espacios para más posibilidades.

La palabra “Pero” también puede tener un efecto inesperado. Se usa con más frecuencia como una forma de responder a alguien con quien no se está de acuerdo para demostrar por qué tu punto de vista es mejor o más correcto. En el transcurso de una conversación, seremos más eficientes si nos esforzamos por escuchar y entender más que por hablar y ser comprendidos.

Aprovecha el poder de las posibilidades

Por supuesto que no estamos sugiriendo que tengas que estar de acuerdo con absolutamente todo o que tengas que usar la frase “Sí, y además…” en todas tus interacciones en el trabajo. Se trata de adoptar una nueva mentalidad. Aprovechar el poder de la posibilidad puede proporcionarte grandes beneficios, porque nunca sabrás las ideas espectaculares que pueden surgir de tus conversaciones creativas.

Cuando alguien discrepa rotundamente con la contribución de un colega, es importante estar seguros de que los compañeros están en la misma página. Necesitas hacer las preguntas necesarias para poder acercarte a su perspectiva, mejor que llegar y decir “Yo estoy en lo cierto y tú estás equivocado”.

Piensa: si los líderes no pueden hacer crecer un negocio a partir de un jardín de posibilidades, las buenas ideas nunca se levantarán del suelo. Si hacemos espacio para lo que aún no sabemos, podemos llevar a nuestros negocios a un mundo de potencial infinito.

Sé consciente de los estilos diferentes

Si le dedicas un tiempo a mirar de cerca a tu equipo, verás una red intrincada de personalidades diferentes y de maneras de trabajar, con planes compartidos, proyectos y objetivos, que a su vez establecen la base para una comunidad en desarrollo. Es importante aceptar que no hay una manera de hacer las cosas mejor que las otras: el reto es utilizar el conocimiento de nosotros mismos y de los demás para ayudar a mejorar la eficiencia del conjunto.

Al igual que al adoptar un nuevo hábito saludable, debes practicar la aplicación de esta mentalidad a tus relaciones laborales de manera coherente, durante un largo período de tiempo, para ver los beneficios que se manifiestan en tu vida.

No uses el estilo personal para justificar un comportamiento mezquino

Si alguien es constantemente negativo o grosero, eso es un comportamiento mezquino, cosa que necesita urgentemente ser redirigida. Las actitudes negativas se contagian y propagan, y pueden tener un efecto inimaginable en tu compañía, desde un mal desempeño personal y del equipo hasta unos clientes descontentos.

Tratar este problema fundamental –para ti y para los demás– mediante coaching o desarrollo personal, o abordando problemas personales, puede ser un trabajo duro, pero merece la pena a largo plazo.

Una mayor conciencia de uno mismo –mirar detenidamente en el espejo cómo nos comportamos, cómo somos percibidos y los estilos interpersonales de nuestros equipos– podría modificar por completo la manera en que nos sentimos en el trabajo y cómo lo desempeñados.

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