Por lo tanto, no nos sorprende ver que los equipos sonn más productivos cuando sus miembros se llevan bien, tienen un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal y están contentos y satisfechos con lo que hacen. Y, por supuesto,, un empleado contento se queda contigo más tiempo.
La experta en felicidad Annie McKee revela que «una de las formas de ser felices y sentirnos realizados en el trabajo es interactuando y haciendo amistades con las personas que trabajan con y para nosotros».
Por eso es tan importante la comunicación casual y social a la hora de hacer equipo. La cultura empresarial suele desarrollarse de forma orgánica: esos breves comentarios al ir a por un vaso de agua, las conversaciones en la pausa del café o incluso esa sonrisa o saludo en el pasillo.
Pero ahora que el trabajo remoto e híbrido es cada vez más habitual, difícilmente vamos a encontrarnos por ningún pasillo. Entonces, ¿cómo podemos recrear esos vínculos espontáneos tan propios de las oficinas tradicionales?
Es algo que ha supuesto todo un reto en los últimos años, y los efectos han sido evidentes. Según Royal Society for Public Health, trabajar desde casa está afectando a la salud mental de las personas. El 67 % afirma haber perdido contacto con sus compañeros y el 56 % explica que le cuesta más desconectarse. Es muy importante que los líderes de los equipos construyan una cultura que anime a los empleados a informarse y a mantenerse conectados. Pero los miembros del equipo también pueden desempeñar un papel importante en la creación de esos vínculos. Aquí te proponemos algunas ideas creativas que los empresarios y los empleados han utilizado para acercarse y conocerse mejor personalmente.
Siendo flexibles y curiosos
Cada miembro del equipo es diferente y no existe una única forma de estrechar lazos. Puede que una persona sea feliz tecleando sin parar y sin que la interrumpan, mientras que otras necesitan hablar con alguien a menudo. De hecho, algunos líderes han descubierto que los extrovertidos que podrían tener grandes personalidades en el mundo real resultan ser los callados y tímidos en el mundo virtual. Y también pasa al contrario con las personas más introvertidas cara a cara. Una forma de entender mejor las necesidades de tus equipos podría ser ofreciéndoles una evaluación de personalidad para mejorar la autopercepción de su manera de interactuar, sus fortalezas y sus necesidades. Esto también te ayudará a comprender de qué forma trabajan mejor en un entorno grupal.
Encontrar formas de que los empleados se sientan cómodos
Puede que algunos empleados le tengan tirria al concepto de «hacer equipo», pero con el teletrabajo es importante buscar la manera de que se relajen y hagan cosas juntos que no estén relacionadas con el trabajo. Si las actividades virtuales, como los juegos de trivia o los almuerzos de trabajo, resultan un poco cursis para tu equipo, intenta que los miembros del equipo participen para crear una cultura más genuina. Por ejemplo, la empresa tecnológica Everlaw organiza una sesión con DJ a la hora de comer, donde un miembro del equipo recibe peticiones de canciones por chat y los demás votan la canción del día. Y recuerda que, estando en remoto, la constancia lo es todo: las primeras veces que te reúnes virtualmente puedes sentirte incómodo, pero cuanto más lo hagas, más relajado te sentirás.
Teniendo conversaciones espontáneas a diario
Aunque sean charlas breves de 15 minutos, esto ayuda a los equipos a hablar informalmente entre ellos. Facilita que cualquier tema de trabajo surja de forma orgánica, o simplemente poder charlar sobre lo que has hecho durante el fin de semana. Es como hablar un rato en la pausa del café.
Elogiando a tu equipo
Reconocer la labor de tus empleados es una forma estupenda de que se sientan orgullosos y vean que son una parte importante del equipo, así que si quieres que los trabajadores a distancia se sientan más integrados, no hay nada como una palmadita en la espalda por parte del jefe. Los elogios no solo les harán sentirse más integrados, sino que también pueden aumentar la productividad, según un estudio publicado en Forbes. Además, el reconocimiento entre compañeros puede ser igual de efectivo. Insta a tus equipos a celebrar los logros de los demás e intenta que sea algo informal, utilizando emoticonos para «chocar los cinco» con alguien virtualmente cuando ha hecho un buen trabajo o tarjetas de agradecimiento digitales por ayudar con los proyectos.
Creando miniequipos dentro de los equipos
En un estudio de McKinsey se observó que el 97 % de los empleados y ejecutivos cree que la falta de vinculación en un equipo afecta al resultado de su trabajo. Formando grupos más pequeños dentro de cada equipo, los empleados pueden trabajar más estrechamente unos con otros y tienen más tiempo para conocerse, dando lugar a esa relación de amistad en el trabajo que surgía en la oficina.
Ayudando a los demás
Según un estudio, los empleados más felices ayudan a sus compañeros un 33 % más que los que no lo son. No es necesario hacer nada del otro mundo, simplemente preguntar si necesitan ayuda con un proyecto u ofrecerse a revisar una presentación. Te sorprenderías de lo eficaz que puede ser este pequeño hábito.
Hablando un poco de sí mismos Recuerda que todos somos primero personas y luego empleados. Al hablar de nuestros intereses personales, los demás nos conocen mejor, y esas conversaciones casuales pueden dar lugar a bonitas amistades con el paso del tiempo. La clave es mostrar interés y curiosidad. ¿Quién sabe qué gustos y aficiones podemos compartir con los demás?
Escuchando de verdad Admitámoslo: todos hemos estado en alguna reunión virtual en la que nos hemos dedicado a mirar nuestras redes sociales mientras fingíamos escuchar. En vídeo es fácil pasar por alto algunas señales de comunicación como las expresiones faciales o el lenguaje corporal, por lo que es importante prestar mucha atención. Perderse las dos últimas frases que ha dicho la compañera por estar mirando un meme graciosísimo puede generar distanciamiento a la larga.
Haciendo amigos Cuando nos llevamos bien con nuestros compañeros de trabajo, nos da menos vergüenza decir lo que pensamos y compartir ideas. Tenemos más motivación para colaborar e innovar, así como un mayor grado de moral y productividad. También pueden surgir amistades con trabajadores a distancia, pero no es tan fácil: te lo tienes que proponer conscientemente. Programa unas cuantas reuniones de 15 minutos al mes. El objetivo es que sean encuentros distendidos que no requieran orden del día, así que puedes ponerles títulos informales como «Puesta al día sobre nada en concreto» o «Reunión para NO hablar de trabajo». Puede que se necesiten unos cuantos intentos, pero si eres constante, todo empezará a fluir y podrán surgir amistades de verdad. Además, estas reuniones pueden venirles como agua de mayo a algunos empleados, haciendo que se sientan menos aislados.
Conociéndose mejor a sí mismos
La autopercepción a través de evaluaciones de personalidad puede ser una gran aliada para establecer una relación más estrecha con los demás. Si logran entender por qué trabajan como trabajan y por qué otras personas eligen hacerlo de otra forma, será mucho más fácil que se ayuden entre sí de manera más eficaz y que generen lazos más fuertes.